ARTE CONTESTATARIO


Una pintura colonial, irreverente para su momento histórico, plasmada en un retablo del siglo XVII, en la Iglesia Matriz del Distrito de San Jerónimo, provincia de Huancayo, creado por un autor anónimo, probablemente local, que, utilizando un estilo manierista proyecta una temática religiosa propia del periodo medieval con “motivos sobre el purgatorio”, obra que irrumpe hace cuatrocientos años como un discurso crítico y una forma de resistencia ante la hegemonía dual de estado e iglesia y su desgaste ético-moral. En el lienzo denominado “La Redención”, se muestra a Cristo Crucificado, como imagen central, acompañado de San Francisco y rodeado de un séquito de Ángeles en acción de redimir a las almas que purgan sus culpas, éstas, ubicadas en la parte inferior de la Cruz, recreando la escena esperpéntica del purgatorio, donde los penitentes llevan su tormento y castigo en medio de llamaradas, que desesperadamente rodean la Cruz en actitud de plegaria, unos se abrazan de ella, otros intentan coger la mano de los Ángeles.

Lo singular en este lienzo, son las caracterizaciones de algunos de los personajes que representan a las autoridades de las más altas esferas eclesiásticas, de la nobleza y de la clase política. Una obra de regular factura en cuanto a su técnica, con una composición dinámica, a pesar del efecto de penumbra en cuanto al tratamiento de los colores, lográndose el punto focal en el cuerpo de Cristo y las almas en castigo, donde incide la luz con mayor fuerza, consiguiendo un equilibrio visual.

Lo fundamental de esta composición es la acción descriptiva, la forma argumental, el nivel discursivo, la mirada ideológica y el efecto simbólico, que el artista proyecto, como una actitud de subvertir, mediante el arte, el poder político y religioso, imbuido sin duda alguna, por la atmosfera social como efecto de la transculturización en el país, donde la disconformidad se manifestaba en alzamientos en contra de la hegemonía española, añaniendose a ello, los efectos tardíos de la Reforma Luterana, en algunos miembros de la Iglesia y la sociedad civil.

En el discurso iconográfico de esta obra, podemos encontrar también la influencia literaria de Dante Alighieri, quien, en su obra La Divina Comedia, narra en primera persona su paso por los círculos del purgatorio en compañía de Virgilio, donde se encuentra con “Emperadores, reyes y príncipes que purgan su ambición”, escrito de amplia carga política.

Sin embargo, queda por aclarar, como pudo haber permanecido en la nave de la Iglesia de un Convento y posterior Guardianía de la orden franciscana, una pintura, subversiva en su momento y admirablemente elocuente en cuanto a su simbología.

Hebner Cuadros.

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