LA LITERATURA NO ES CUCUFATA PERO TIENE SU ESPACIO*

Por: Hebner Cuadros Chávez

"El Quijote" dibujo: George Grosz , 1920
Sin pensarlo ni quererlo, leí un artículo por demás iracundo en contra de los profesores de comunicación de la Región Junín en el Suplemento Cultural Solo 4 del diario Correo, donde el articulista defiende a capa y espada al escritor Oswaldo Reynoso y su libro Los inocentes, afirmando que su texto fue censurado en los años sesenta y ha sobrevivido con los años. Por supuesto, no estoy en contra del cuentista y novelista arequipeño. Pero sí, por el hecho que la Dirección Regional de Educación de Junín haya avalado el mencionado libro para un arreglado Concurso de Comprensión Lectora en nuestro Diseño Curricular vigente. Entonces, ¿dónde está la descentralización educativa? Ahora bien, la literatura tiene su espacio y va dirigida al público en general y no solamente al sector estudiantil, y su lectura debe ser por placer y no por obligación.  
Aclaro, el Plan Lector dice: primero se debe leer a los escritores de la localidad y de la Región. En verdad, no sé por qué razón y con qué criterio se eligió el texto de Reynoso y el de Bossio, totalmente direccionada por la editorial limeña San Marcos, habiendo tantas editoriales aquí. Además, Oswaldo Reynoso es arequipeño radicado en Lima, y nos habla de una realidad desfasada, muy lejos de la nuestra. Y la obra El llanto en las tinieblas de Sandro Bossio Suárez es un buen intento de novela histórica poblada de arcaísmos. ¿Con esos textos nuestros alumnos aprenderán algo? Y parafraseando a nuestro cucufato escritor, Reynoso no va a perder nada, tampoco los alumnos se lo aseguramos. ¿Por qué no se recomendó la lectura del jaujino Edgardo Rivera Martínez o del tarmeño José Antonio Bravo Amézaga? Por no decir de César Alfaro Gilvonio, Alberto Chavarría Muñoz y Ernesto Ramos Berrospi o la de nuestros vecinos huancavelicanos Percy Galindo y Ulises Gutiérrez que están revolucionando el panorama de nuestra literatura actual demostrando que son novelas para reflexionar y con nuevas propuestas estéticas en su construcción, demostrando que sí están trabajando con las modernas técnicas literarias.
Aún no entiendo por qué Sandro Bossio Suárez se ha rasgado tanto las vestiduras defendiendo a Oswaldo Reynoso. Sabemos que Los inocentes, en su momento fue escandaloso por el lenguaje descarnado que mostraban sus páginas. También a fines de los sesenta, el gobierno de Juan Velasco Alvarado había censurado la película Decamerón de Pier Paolo Pasolini por su alto contenido erótico. Hoy en día, esa película la pasan los canales de señal abierta y cerrada a mediodía y, mi hijo de nueve años ni siquiera se escandaliza, pero se mata de risa. Y me da pena decirlo que, nuestra literatura se encuentre por los suelos con libros anacrónicos recomendados como esos. Los maestros si saben pensar y no pecan de ignorantes, señor, por eso su oposición es justa a tamaña imposición, soslayando a otros literatos e la Región Junín .

*  Publicado: Diario Primicia, Huancayo 23/05/12, pag: 4
fue rechazada su publicacion en el diario El Sol de la ciudad de Huancayo, por razones desconocidas.


Sobre el cineasta CESAR VILLANUEVA

EL  “HUANCA VILLANUEVA”

ARTÍFICE DEL CINE PERUANO*
Zoila Zevallos de Villanueva. Actriz Huancaína, en una escena de “Jarawi”, 1964. Fuente: Revista Cultura y Pueblo, Nº 13-14, año V. Lima, enero-junio 1969. Pp. 28.

                                                                  Por: Hebner Cuadros Chávez.


Cesar Villanueva Dell' Agostini.
Principio de la década de los setenta
 
Uno de los innovadores en la Historia del cine nacional, es el huancaíno Cesar Villanueva Dell’ Agostini, por su aporte con la irrupción de una novísima y trascendental corriente cinematográfica denominada “Cine Andino”, en alusión a la propuesta temática. 
Estudiante isabelino[1], con habilidades extraordinarias para los espectáculos de magia, ganándose el apelativo de “Mago Wuanca”; fue destacado gestor de diversas publicaciones y colaborador de muchos medios periodísticos de la región desde su época escolar, como lo atestigua el Dr. Miguel Suarez Osorio[2], compañero de niñez.
El acercamiento a la cinematografía fue por el contacto con el arte fotográfico, que la familia regentaba desde la década del treinta; su padre Don Manuel Villanueva poseía una empresa fotográfica “Foto-Postal Art-Estudio”, ubicada en la Calle Real Nº 561 de la ciudad de Huancayo. Esta influencia lo convirtió en un talentoso realizador que trabajo temas de la cosmovisión andina, en cortometrajes y largometrajes, incorporándose luego al CINE CLUB CUZCO a finales de los años cincuenta, trabajando al lado de Luis Figueroa, Eulogio Nishiyama, Victor y Manuel Chambi, siendo Codirector y Director respectivamente de las dos películas de mayor importancia en la historia del cine peruano, que marcaron una escuela: Kukuli (1961) y Jarawi (1964), ambas filmadas en formato de 16 mm. y copiadas en ampliación a 35 mm.

Kukuli, basada en una leyenda de Paucartambo (Cuzco), realizada en su totalidad en el idioma quechua, trata sobre el idilio de una bella pastora con un joven galante llamado Alaco y que luego es raptada, violada y sacrificada por el mítico Ukuko (oso andino); el film expresa en el plano argumental una historia de amor, en el plano descriptivo muestra  la riqueza de las tradiciones folklóricas y en el plano ideológico destaca la estructura social de la cultura andina; esta obra de arte del cine nacional es reconocida como el primer largometraje de corte andino por su contenido, con influencia estética del cine clásico soviético, especialmente de Serguei Eisenstein.
 


Afiche de la primera proyección del filme Kukuli 1961, bajo la realización de Cesar Villanueva Dell' Agostini, Luís Figueroa y Eulogio Nishiyama. Fuente: página digital "Cinencuentro".
 









Judith Figueroa, actriz cuzqueña en una escena del filme Kukuli 1961, bajo la realización de Cesar Villanueva Dell' Agostini, Luís Figueroa y Eulogio Nishiyama, donde, Cesar Villanueva fue Director de Producción y laboratorio, también estuvo a cargo del montaje previo. Fuente: página digital "El Cinematógrafo de Barranco".











  Harawi, otra película emblemática inspirada en la novela “Diamantes y Pedernales” de José María Arguedas, fue protagonizada por su esposa la actriz y cantante lírica Zoila Zevallos, también huancaína.




Zoila Zevallos, actriz huancaína y Teodoro Nuñez, actor cuzqueño, en una escena del filme Jarawi 1964, bajo la dirección y guión de Cesar Villanueva Dell' Agostini y codirección de Eulogio Nishiyama. Fuente: página digital "Films Abaut Tre Indigenous Peoples Of El Perú".
  








Zoila Zevallos, actriz huancaína y Teodoro Nuñez, actor cuzqueño, en una escena del filme Jarawi 1964, bajo la dirección y guión de Cesar Villanueva Dell' Agostini y codirección de Eulogio Nishiyama. Fuente: página digital "Films Abaut Tre Indigenous Peoples Of El Perú".











Trasciende además, entre lo mejor de su filmografía: “Raza de Bronce” (1962) – Ficción, “Condores” (1962) – Ficción, “Feria de Huancayo” 1963 – Documental, y su último cortometraje  “Rostros de Piedra”, documental que a decir del Dr. Miguel Suárez Osorio “…pinta de cuerpo entero la esencia de la vida… y el alma popular del hombre andino en su más amplia dimensión telúrica.”.
La importancia de Cesar Villanueva no solo está en el legado de su trabajo fílmico (muchos sin editar), sino en el esfuerzo e ímpetu por su realización, destacando una búsqueda continua de aportes al lenguaje cinematográfico de características originales y creativas, proyectando rasgos de identidad explorando una estética de CINE ANDINO, en la que se diferencia también, la innovación de sus aportes técnicos en el desarrollo de la cinematografía nacional respecto a su producción y distribución, por ello su interés de fundar el Instituto Nacional, de Cine  en 1967.
De no haberlo sorprendido la muerte en 1974, en pleno apogeo de creatividad, su labor artística hubiera continuado con propuestas trascendentales para el cine latinoamericano.


Por ello, es un huancaíno de las filas más ilustres del arte, que trascendió las fronteras del valle y del que lamentablemente sabemos poco; el “Huanca”  Villanueva recordado en los círculos cinematográficos más importantes, fue un hombre que desde las entrañas del Perú forjó un cine con identidad, que trascendió los límites del recuerdo y que dejo como testimonio de su lucha por la identidad andina, importantes producciónes , que a pesar de los años y la tecnología no han sido superados en su propuesta de originalidad y estética.


·  Artículo publicado en: Revista Quince, Nº 17, Año II. Huancayo, octubre 2008. Pp. 22,23

[1]Perteneciente al emblemático Colegio “Santa Isabel”, fundada en Huancayo por el sabio Sebastián en 1852.
[2]Artículo mecanografiado “El Mago Wanca”. 3 pp. Huancayo, 1974, del Otrora prestigioso Abogado y Periodista Miguel Suárez Osorio.


CENTENARIO DE GUILLERMO GUZMÁN MANZANEDA

        
GUILLERMO

GUZMÁN

MANZANEDA

                CELEBRE  PINTOR  PERUANO

















 
Homenaje por su centenario
(Huancayo 01/01/1912 – 01/01/2012)



“El más importante pintor huancaíno y uno de los mejores acuarelistas peruanos que por muchas décadas no tuvo la divulgación que le correspondía”.


SEMBLANZA
Nace el primero de enero de 1912 en Huancayo.
En 1935 ingresa a la Escuela Nacional de Bellas Artes y con ello se suma a la propuesta plástica más relevantes del país: la pintura indigenista, estilo que desarrollará en todas las técnicas, siendo la acuarela su preferida; y muchas de sus obras fueron adquiridas por celebridades como  Walt Disney.

Se interesa vivamente por el pasado huanca, su legado histórico y las tradiciones mítica-religiosas que sentía como cultura viva. Fue crítico sarcástico de la realidad, su casa taller, recibía visitantes que querían conocerlo, contemplar su producción, comprar algunos cuadros y conversar con él; en 1951, lo visitó el otrora Padre José Mojica (celebridad mundial, pronto a canonizarse) a quien conoció en Lima desde 1942, convirtiéndose luego en uno de sus mejores amigos.

Desde fines de los sesenta, inicia sus exposiciones, con imágenes populares y religiosas, tomadas de las iglesias y capillas de las zonas rurales; sobre todo las imágenes de Cristo, considerando que tenían la fuerza de cada pueblo, resaltando sus características étnicas, la expresividad facial y corporal que lo semejaba a un personaje cotidiano del campo.

En abril de 1982 viaja a los EE.UU., para expone en el Eyes Gallery de Filadelfia con mucho éxito, encontrándose hoy muchas de sus obras en colecciones privadas de ese país.

Falleció a los setentaicuatro años de edad luego de una trayectoria intensamente vital. Fue enterrado la noche del diecisiete de junio de 1986 en el Cementerio General de Huancayo, en presencia de una significativa comitiva de  autoridades, intelectuales, familiares y amigos.

PRODUCCIÓN
Sus obras, bajo los postulados de la pintura indigenista proyectan temas del contexto andino, alejándose de las simples imágenes bucólicas, románticas y exóticas. Recoge la esencia de la personalidad del hombre andino con fuerza telúrica, que muestra sus pasiones, dramas y alegrías en todo su esplendor, convirtiendo sus imágenes en poesía vibrante.

La atmósfera plástica y el influjo que recibió Guillermo Guzmán Manzaneda, es la hegemonía de la corriente indigenista desde 1920 hasta la década de los cuarenta por un peso político en términos de reivindicación cultural y social, con renovación en sus planteamientos, transmitiendo la condición del hombre andino en todas sus manifestaciones, religiosas, festivas, tradicionales-ritualísticas, cotidianas- y paisajísticas.

Desarrolló una variedad de motivos que se convirtieron en característicos, emblemáticos y distintivos  en su  producción  y estilo; su temática es indudablemente variada y rica, exalta la algarabía  y la libertad  de  la  cosmovisión  andina como temas ejes.

Tiene mayor peso el concepto festivo, basado en la tradición, con una línea argumental y una expresión dramática, sobre todo en sus “Cristos” y “Procesiones”. Su peculiar estilo se clasifica en tres categorías: descriptivas, argumentales y conceptuales.

      Hebner Cuadros Chávez



A cien años de su nacimiento, le rendimos tributo y merecido reconocimiento en la historia, por la labor intensa en beneficio de la plástica latinoamericana.


GALERÍA DE IMÁGENES
(Colección: Zonia Guzmán. Lima)


     Casona. S/f. Óleo /lienzo. 84 x 157.5 cm.


     Cutunchas fruteras y alfareras.  S/f. Óleo /lienzo. 114 x 225 cm.


     Paisaje  pasqueño. S/f.  Oleo/lienzo. 92.5 x 158.5 cm.


     Procesión de la Cruz.  1969 .Óleo /lienzo.  80 x 145 cm.


    Cutunchas Hilanderas. 1975. Óleo /lienzo. 106.5 x125.5 cm.


    Músicos. 1951. Óleo /lienzo. 77.5 x 158cm.


    Cristo y la Dolorosa. S/F. Óleo /lienzo. 90 x 110.5 cm.

Elio Osejo "Mar Adentro"

COMENTARIO:

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CHIQUIAC BELLEZA E HISTORIA



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“…el puente de Chiquiacc, el último sobre el `Mantaro´…es colgante y de 33 metros de luz, construido de palos y sogas, suministrada por el maguey (agave americana). Es notable, además, por hallarse situado en una ardiente quebrada (30º a la sombra)…Es de aquí que retrocedió el sabio naturalista Raimondi en su desembocadura para hallar la desembocadura del `Mantaro´…” (Nemesio Ráez 1901).



Hebner Cuadros.


A 1200 m. sobre el nivel del mar, a orillas del rio Mantaro en la ultima curva de su cause con dirección al encuentro del rio Apurímac para dar nacimiento al caudaloso rio Ene, siete leguas antes, se encuentra un fabuloso paraje ecológico, quizá una de las pocas reservas de biodiversidad propias de la ceja de selva, con riquezas botánicas, ornitomorfas y zoomormas, muchas desconocidas aun para la ciencia, especialmente variedades de la flora e insectos, posee además restos de un legado arqueológico Pre Inca e Inca y testimonio de la presencia católica española, con la construcción de una Capilla franciscana de principios del siglo XVII, acentuando su importancia y belleza, por su composición geológica y paisajística.

Este espacio geográfico pertenece a la jurisdicción del Distrito de Surcubamba, Nor Oriente de la Provincia de Tayacaja, Departamento de Huancavelica, entrada hacia las montañas de Huachocolpa y Tintaipunco, lugar de mucha historia por sus celebres visitantes científicos e intelectuales.

HISTORIA:
La referencia escrita más antigua sobre Chiquiac conocida hasta el momento es de 1677, descrita por el Padre Biedna, Misionero de la Orden Franciscana que ese año realizó una expedición por este territorio, quien refiere como la quebrada de “Chiquia” conocido posteriormente como “Chiquiacc”, hoy “Chiquiac” .

En 1731, el Padre José Cabanes de la Orden Franciscana en Ocopa inicia una exploración hacia el rio Ene pasando por el puente de Chiquiac, en su afán de organizar y asentar reducciones católicas.

En 1781, los franciscanos: Fray Valentín Arrieta y Fray Joaquín Soler ingresaron a las quebradas de Sanabamba y Viscatan, pasando por el puente de Chiquiac y en 1782 fundan una Capilla a la margen derecha del río Mantaro, en las faldas de Chiquiac, con el nombre de “Patrocinio del Mantaro” que duro un promedio de 12 a 15 años, ya que la zona fue despoblada por haberse desatado una peste y como refiere Raimondi citando a los misioneros “…enfermando los primeros infieles que se reunieron allí, así como los Padres Fray Hernando Ximenes Bejarano y Fray Tadeo Giles, que entraron al mismo lugar en 1786.”, es de suponer para trabajos de catequización.

Durante el siglo XIX, en 1858, se registra la presencia de Antonio Raimondi en “Chiquiacc”, durante su trabajo de exploración del rio Mantaro en su afán de probar si era navegable o no en su recorrido, quien hace apuntes y descripciones del histórico puente colgante y su entorno, así como de los poblados de Surcubamba y Huachocolpa.

En 1898, el entonces Subprefecto de la provincia de Tayacaja, Ing. Nemesio Raez, inicia un recorrido, por la parte oriental de su jurisdicción geográfica, para hacer un reconocimiento etnográfico y estadístico del lugar, pasando por el paraje “Chiquiacc”, donde se detiene para hacer una minuciosa descripción de su riqueza forestal, botánica y arqueológica, así mismo, detallando características del puente colgante como: longitud, material de construcción, temperatura etc., considerándolo uno de los legados históricos de gran importancia.

En el siglo XX, el año 1913, el Botánico Alemán Augusto Weberbauer, realiza una exploración científica en Chiquiac y las montañas de Surcubamba, cuyos resultados fueron publicados parcialmente en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima.

LEGADO:
Chiquiac es una zona privilegiada, porque además de su riqueza ecológica posee patrimonios históricos de gran valía como:

1. Los restos arqueológicos Pre Incas, construcciones con lajas de piedra, en tres sectores (zona pública, residencia y cementerio) con presencia en pie de viviendas, plazoletas y tumbas. Asentamiento posiblemente de influencia wari, por la semejanza de características arquitectónicas (urge proyectos de prospección para determinar su origen con certeza).

2. Los Andenes, que determinan la presencia de la Cultura Inca, con innumerables construcciones a modo de terrazas amplias de 2.50 m. de fondo por 0.70 m. de alto cada escalón (actualmente cubiertos por algarrobos, cactus y malezas).

3. Los restos de la Iglesia franciscana “Patrocinio del Mantaro”, construida en el último tercio del siglo XVIII, para las misiones de catequización a la fe católica.

4. El Puente Colgante, conocido como el puente de Chiquiac, herencia de la ingeniería Pre Hispánica, fundamental como elemento de comunicación para la articulación política y el desarrollo económico por siglos. Cobra valor e importancia por el significado histórico, por las características peculiares de construcción a base de sogas de diverso espesor, trenzado con cabuya (fibra de una variedad de maguey), tejido y conservado anualmente como practica tradicional de trabajo comunal, incorporándose en el siglo XX cables como soportes, sobre el cual se sigue utilizando el tejido de cabuya con chaclas, en los laterales y la base; también cobra trascendencia por su ubicación, siendo el ultimo puente colgante de origen prehispánico, en el recorrido del Rio Mantaro.

La preservación, conservación y puesta en valor de este patrimonio cultural y natural, es deber y responsabilidad de las comunidades y autoridades del Distrito en mención para proyectarlo como potenciales recurso turístico para las nuevas generaciones.

Leyenda de fotos:

1. Puente colgante de Chiquiac, 1989.
2. Viajeros cruzando el Puente colgante de Chiquiac, 1988.
3. Bosque del Paraje de Chiquiac con el camino de herradura.
4. Puente colgante del rio Apurimác, semejante al de Chiquiac. Grabado del viajero Norteamericano George E. Squier 1877.

ARTE CONTESTATARIO


Una pintura colonial, irreverente para su momento histórico, plasmada en un retablo del siglo XVII, en la Iglesia Matriz del Distrito de San Jerónimo, provincia de Huancayo, creado por un autor anónimo, probablemente local, que, utilizando un estilo manierista proyecta una temática religiosa propia del periodo medieval con “motivos sobre el purgatorio”, obra que irrumpe hace cuatrocientos años como un discurso crítico y una forma de resistencia ante la hegemonía dual de estado e iglesia y su desgaste ético-moral. En el lienzo denominado “La Redención”, se muestra a Cristo Crucificado, como imagen central, acompañado de San Francisco y rodeado de un séquito de Ángeles en acción de redimir a las almas que purgan sus culpas, éstas, ubicadas en la parte inferior de la Cruz, recreando la escena esperpéntica del purgatorio, donde los penitentes llevan su tormento y castigo en medio de llamaradas, que desesperadamente rodean la Cruz en actitud de plegaria, unos se abrazan de ella, otros intentan coger la mano de los Ángeles.

Lo singular en este lienzo, son las caracterizaciones de algunos de los personajes que representan a las autoridades de las más altas esferas eclesiásticas, de la nobleza y de la clase política. Una obra de regular factura en cuanto a su técnica, con una composición dinámica, a pesar del efecto de penumbra en cuanto al tratamiento de los colores, lográndose el punto focal en el cuerpo de Cristo y las almas en castigo, donde incide la luz con mayor fuerza, consiguiendo un equilibrio visual.

Lo fundamental de esta composición es la acción descriptiva, la forma argumental, el nivel discursivo, la mirada ideológica y el efecto simbólico, que el artista proyecto, como una actitud de subvertir, mediante el arte, el poder político y religioso, imbuido sin duda alguna, por la atmosfera social como efecto de la transculturización en el país, donde la disconformidad se manifestaba en alzamientos en contra de la hegemonía española, añaniendose a ello, los efectos tardíos de la Reforma Luterana, en algunos miembros de la Iglesia y la sociedad civil.

En el discurso iconográfico de esta obra, podemos encontrar también la influencia literaria de Dante Alighieri, quien, en su obra La Divina Comedia, narra en primera persona su paso por los círculos del purgatorio en compañía de Virgilio, donde se encuentra con “Emperadores, reyes y príncipes que purgan su ambición”, escrito de amplia carga política.

Sin embargo, queda por aclarar, como pudo haber permanecido en la nave de la Iglesia de un Convento y posterior Guardianía de la orden franciscana, una pintura, subversiva en su momento y admirablemente elocuente en cuanto a su simbología.

Hebner Cuadros.

MURAL COLONIAL DE SINCOS






Patrimonio Histórico



Una de las pocas pinturas murales de extraordinaria factura, plasmadas hace más de cuatrocientos años en el interior del Muro Testero de la antigua Iglesia “Santa Ana” de Sincos, perdura como testimonio de una civilización y su practica en la fe religiosa católica, elaborada con la técnica “al fresco” a base de colores materiales disueltos en agua y cal, aplicados a la pared previamente preparada con estuco.

El bello mural fue trabajado bajo el beneplácito y gestión de la Orden Religiosa Franciscana (1) en el último tercio del siglo XVl, cuando dicha Iglesia se constituyó como eje del adoctrinamiento católico del entonces Repartimiento de Hurin Guanca, de la provincia de Xausa y posterior Doctrina de la Guardianía del pueblo de Mito, desde principios del siglo XVll.

La pintura de formidable factura que actualmente se aprecia de manera parcial , formaba parte de un conjunto de decoraciones pictóricas: en los muros laterales de la nave de la Iglesia, en el alto y bajo coro, en los tijerales y en la cubierta, con motivos sobre pasajes bíblicos, y sobre la vida de los santos de la Orden Religiosa, logrando un acabado que deslumbraba a los feligreses, por su colorido y contenido, constituyéndose en un “Discurso en Imágenes”, cuya lectura no solo afianzaba la creencia en las doctrinas de una Religión Occidental impuesta en esta parte del “Nuevo mundo”, sino que, se convertía en un elemento narrativo didáctico e impactante, que sellaba la orientación de la fe en el individuo. “...un arte eclesiástico, usado para decorar y para poblar con su esplendor las naves…de los templos...como tal su función era esencialmente didáctica, educativa. Estaba llamada a satisfacer…la inconmensurable necesidad catequizadora…en pleno proceso de transculturización” ( Stastny: 1967: 29).



La particularidad de su valor artístico se caracteriza por tres aspectos fundamentales: el discurso narrativo, la propuesta estilística y el nivel estético.


En lo narrativo el mural se estructura con íconos del Antiguo y Nuevo Testamento, representaciones de Santos Evangélicos, Ángeles Músicos y Querubines, acompañados de simbología religiosa y monogramas, embellecidos con ornamentaciones a base de una mixtura propias del clasicismo y mestizaje. El mural que emula un altar, se divide en dos cuerpos: en el primer cuerpo se detalla dos pilastras clásicas ubicadas a los extremos, cuyos frisos son decorados con Querubines en diversas expresiones, follajes entrelazados, escenas de pasajes bíblicos en primer plano sobre las pilastras. En el segundo cuerpo, descansa un enorme friso sobre el entablamento del primero, con motivo central de una cartela, flanqueada por dos Ángeles y coronada por un Querubín, en los laterales, decoraciones de follajes y ornamentaciones florales con plantas, frutos y aves propias de la Región Central. A modo de remate se plasma la imagen de Dios Padre, flanqueada por Ángeles Músicos, rodeado de resplandores y Querubines en diversos gestos faciales. Toda esta riqueza iconográfica, está cargada de una simbología y significación valiosa que amerita un estudio semiótico respectivo.


En cuanto a su propuesta estilística, hay una clara influencia de la Pintura Románica con elementos Manieristas y sobre todo del prototipo estético del pintor Jesuita Italiano Bernardo Bitti, quien durante su permanencia en diversas ciudades del Perú, formo artistas locales, en su función de “…artista Institucional al servicio de la catequesis…” (Macera: 1993:29), y es de suponer que el autor de éste mural fuese uno de sus discípulos.

Estéticamente logra una particularidad en el uso del Color Pigmento, propio de la cultura andina, por lo chirriante de sus gamas cromáticas en una aplicación plana y una formidable utilización del Color Luz en el juego del claroscuro de significante expresión. Sus formas son redondas y rectas creando un movimiento y ritmo dinámico, por su composición, con mayor peso de líneas oblicuas y curvas dentro de una estructura de formas horizontales y verticales y por su cromatismo de tonos cálidos, generando una armonía y equilibrio, extraordinariamente complementadas por el buen uso de sus ejes compositivos y la adecuada aplicación de sus proporciones, logrando una expresión de gran calidad artística y convirtiéndose en el mejor legado para nuestra cultura.

La trascendencia de este bello e histórico mural debe ser preservado y rescatado del abandono y descuido en que se encuentra por desconocimiento y desestima de las autoridades y comunidad en general, para convertirlo en un importante recurso turístico de esta parte de la Región

HEBNER CUADROS.
Hyo. 27/04/2008.

(1) Algunos investigadores señalan que, la Orden Religiosa de los Dominicos, antecedió a los Franciscanos en las primeras décadas de la Conquista Española, con la advocación de “Santa Ana” de Sincos, sin embargo no hemos accedido a ningún documento probatorio.

Referencias:
1993 Macera, Pablo. La Pintura Mural Andina siglo XVl – XlX. Editorial Milla Batres, primera edición. 1967 Stastny , Francisco. Breve Historia del Arte en el Perú. Editorial Universo.


Mayor información sobre el tema comunicarse a: hatunapu@hotmail.com